Día 8. Vuelta a casa

Pues como todo lo bueno se acaba, nuestro viaje no iba a ser menos. Ya estamos en casa, llegamos ayer a las 10 al aeropuerto de Barcelona, cuando nuestra hora de llegada eran las 7, si, tres horas de retraso. Pero como hasta ahora he ido contando los días paso a paso, este no va a ser menos, así que ahí va.

Nos levantamos temprano para empezar a acostumbrarnos a los cambios de hora, desayunamos y subimos a cerrar las maletas, ha cabido todo sin problemas, parece que no ha sido para tanto, y nos hemos portado bien con las tarjetas. Hacemos el check out y nos guardan las maletas hasta la hora de coger el taxi para el aeropuerto, con recepción nos aconsejan que sobre las 13:30 sería buena hora para llegar con tiempo y no tener problemas al pasar los controles. Cuando le iba a dejar los famosos paraguas junto con las maletas el chico nos aconseja que nos los llevemos, que va a ser un día lluvioso. Aunque un poco escépticos le hacemos caso y nos los llevamos, nos dirigimos a Times Square a despedirnos de la zona más bulliciosa de la ciudad y nos pilla un chaparrón de los que hacen historia. Después de pensarnoslo bastante, si ir a tomar un Donuts o si un café o si comer algo para que se parezca a un almuerzo, decidimos ir de vuelta al hotel y almorzar algo allí.

Una vez en el hotel me llega un mensaje de Facebook, es Dani que está en la ciudad!! El mundo es un pañuelo, si es un topicazo, pero es tan cierto. Como nosotros tenemos que marcharnos temprano, quedamos en que ellos vienen a nuestro hotel, vivimos a 100 km y nos encontramos a más de 6.000 km de casa. Que ilusión, tomamos algo con ellos y para el aeropuerto que nos vamos, nos lleva un taxista bien raro, y callado. Unos 45 minutos de trayecto y por fin en nuestra terminal, ahora llega la aventura de facturar las maletas. Solo hay máquinas de self service y ninguna azafata hablaba spanish... tras varios intentos conseguimos las tarjetas de embarque y con ellas nos facturan las maletas. Pasamos los controles sin problemas y comemos sentados al solecito. Hacia las 16:40 nos vamos hacia nuestra puerta de embarque, la 42 y esperamos. Aviso de que hay algo de retraso porque están limpiando y al rato empiezan a abrir las puertas, embarcamos y una vez sentados y preparados para salir, aviso del comandante, sufriremos un retraso y hasta las 19:30 no saldremos debido a problemas meteorológicos, efectivamente, al cabo de unos minutos se pone a llover y durante una media horita. Una hora y media sentados en nuestro asiento, que horror. Pero lo peor es que se convertirán en algo más de dos y media, ya que hasta las 20:30 no se mueve el avión y despegamos bastante rato después, ya que hay cola de aviones esperando despegar.

El vuelo bastante tranquilo, intentando dormir para cambiar el sueño. Llegamos, recogemos las maletas y para casita, nos vienen a buscar en coche los padres de Isaías así que en una hora aproximadamente llegamos a casa.

La experiencia ha sido fantástica e inolvidable.

Día 7.

Conscientes de que este ya era el último día que pasamos en la gran manzana hemos intentado ir un poco más relajados, pero nos ha salido un día bastante completito. Hemos empezado bajando en metro hasta la 14 th con la octava. Callejeando hasta la entrada del High Line contemplamos lo bonito y agradable que es el West Village, ambiente bohemio-chic, zonas de antiguos almacenes reconvertidas en restaurantes con acogedoras terrazas, tanto para almorzar como para cenar, y cantidad de tiendas de ropa de diseño. El High Line es una antigua línea elevada ferroviaria reconvertida en zona verde, y nadie como los neoyorquinos para reconvertir espacios olvidados, resulta increíblemente agradable pasear por este espacio verde, con vistas del río Hudson y sus muelles, y de la ciudad y sus rascacielos.

Del West Village pasamos al Soho y Nolita, todo esto buscando una tienda que finalmente no encontramos, pero aprovechamos para comprar algún encargo. Descansando, sentados en unas escaleras vemos a nuestra primera y única celebrity', Cris Rock peleando con los aparcacoches de un parking de pago (más de 24 $ la hora) porque no le querían dejar aparcar. Esto es una muestra de lo difícil que puede resultar encontrar aparcamiento, sobre todo si tienes un Maseratti que te cagas. Le dejamos peleando y nos dirigimos en metro a la 23 rd con Madison Square Park para volver a comer una hamburguesa de Shake Shack, pero medio Nueva York ha pensado como nosotros así que volvemos al metro a la 42 nd con Bryant Park y comemos en un Mc Donald's tampoco está mal aprovechar la variedad de hamburguesas que tienen aquí y la bebida ilimitada. Con el estomago lleno vamos a visitar la New York Public Library, que el pasado lunes cuando vinimos estaba cerrada. Volver ha merecido la pena, es un lugar precioso, no solo por la cantidad de libros que guarda en sus estanterías sinó también por su arquitectura, las salas son preciosas y me sorprende ver como un mobiliario tan antiguo y bonito está disponible al público, me encanta comprobar como la gente es responsable cuando le das la posibilidad de serlo. Tras recapacitar durante un rato en la escalinata de acceso decidimos dirigirnos a Bowery, bajamos por Chinatown y volvemos al metro en Bowery para ir hasta la 96 th con Central Park West (hoy la metrocard ha echado humo) y así hacer una visita más tranquila a Central Park, paseamos un poco por el lado oeste del parque y contemplamos lo grandioso que es el Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir y las bonitas vistas del skyline de la ciudad con el lago en primer plano. Salimos por la 86 th y de vuelta al metro y a buscar en el West Village una tienda que, cuando llegamos, sigue cerrada. Un gasto menos, y con este pensamiento positivo nos hemos ido para el hotel a ducharnos, que hoy ha hecho mucho calor y a descansar, que el cansancio acumulado de estos días pasa factura. Maniobramos para guardar las compras en las maletas y parece que podremos sin  problemas, salvo por los maravillosos paraguas, en que estaría yo pensando cuando los compré, que intentaremos que pasen como equipaje de mano. Salimos para cenar en Gray's Papaya y de vuelta al hotel a descansar, que mañana a estas horas de aquí o seis más de allí ya casi estaremos en casita.

Día 6.

Empezamos el día como todos, pero hoy después de desayunar volvemos a la habitación y nos preparamos para ir a correr un poquito a Central Park. Salimos paseando del  hotel hacia Columbus Circle por donde accedemos al parque y decidimos ir cada uno a nuestro ritmo y vernos en una hora aproximadamente. Pues mi experiencia ha sido genial, he hecho unos 5,4 km corriendo y puede que casi otros tantos caminando, pero lo gracioso del día ha sido cuando ya llevaba más de la mitad de lo que tenía pensado correr y cuando yo creía que estaba volviendo hacia el punto de reunión por el lado oeste del parque, resulta que veo la fachada del museo Guggenheim, que está en el lado este y bastante más al norte de lo que yo pretendía llegar. Así que he decidido salir del parque y seguir corriendo por el  perímetro y asegurarme la llegada al punto de reunión, y así ha sido cuando he llegado Isaias ya estaba allí estirando. Vuelta al hotel, duchita y planificación del día, pretendemos comprar todos los regalillos para mañana tener el día libre y terminar de visitar las cosas que nos faltan, y hacer un paseo rápido para poder ver el Flatiron building. Nos dirigimos en metro a Union Square de aquí caminamos por Broadway hacia Madison Square Park y llegamos al ansiado destino, el Flatiron building. Comemos unas hamburguesa deliciosas en Shake Shack, en la terracota del parque, después cafecito y en marcha hacia la zona del World Trade Center buscando souvenirs y bajamos caminando hasta Battery Park. Damos un paseo rodeando el Castle Clinton y volvemos al metro para ir hasta Times Square, donde se me desata la vena consumista y me compro algo de ropita. Volvemos al hotel a descargar y descansar un poquito y volvemos a salir para ir al Top of de Rock en el GE building del Rockefeller Center, para contemplar las vistas de la ciudad por la noche. El espectáculo es abrumador, las luces de la ciudad que nunca duerme son casi más impactantes que las vistas de día de todos los rascacielos. Bajamos con un par de souvenirs de más y que ahora ya sabemos que no caben en la maleta...y vamos a cenar dando un paseito por la quinta hasta la Biblioteca Pública hasta que se nos enciende la bombilla y se nos ocurre cenar pollo del KFC, así que metro hasta la 34 st - Herald sq le damos la vuelta a la manzana buscando y lo encontramos al otro lado de la salida del metro, cosas que pasan cuando almacenas tanta información en tan pocos días. Después de la cena, metro y para el hotel a descansar, que ya queda poco y para mañana quedan demasiadas cosas por ver y tendremos que empezar a descartar.

PD: En el KFC sirven Pepsi, así que he pensado en una alternativa a mi Coca-cola de turno y cuando pides una limonada, lo que entienden por limón es esto. Una bebida de Tropicana que le he entendido algo así como pink lemonade y que conste que le he insistido al chico diciéndole que lemonade is not pink'. No está mal, pero no creo que me volváis a ver tomando una de estas, donde esté una Coca-cola...

Dia 5.

Hemos empezado el día sin prisas, levantándonos no demasiado temprano, desayunando tranquilos y en el hall del hotel intentando planificar que hacer, tarea complicada para un día de lluvia. Nos hemos decidido por la zona del Soho, ya que se presentaban lluvias, por lo menos teníamos la opción de ir entrando en la multitud de tiendas que hay en esta bonita zona. Salimos del metro en Houston con Broadway chafardeamos por la tienda Billabong y al salir nos empieza a llover un poquito, usamos el bonito' paraguas comprado en el hotel y seguimos hacia Lafayette donde tenemos que parar y resguardarnos durante un ratillo porque aprieta y se hace imposible seguir... que mala pinta tenía... pero en poco rato afloja y seguimos, calle arriba una tienda G-Star, nada y seguimos por Prince St, pasamos por la Old St Patrick's Church y seguimos hasta Elisabeth St. donde nos encontramos la Elisabeth Street  Gallery, lugar extraño, repleto de piezas totalmente eclécticas y donde parece que diseñan espacios exteriores para gente adinerada, seguimos hacia Spring y callejeamos por la zona hacia Broadway, Singer Building, primer edificio con estructura de hiero colado, y más adelante el Haugwout Building en el que se instaló el primer ascensor de vapor del Sr Otis. En la zona encontramos la misma calle dos tiendas Camper, una de ellas recientemente publicada en revistas de diseño. Multitud de tiendas de ropa de diseño y entre ellas una tienda Converse, intento customizar unas, y cuando consigo entenderme con la dependienta, le explico como las quiero y parece que todo está correcto me dice que me pase el Sunday, comooooo ya me gustaría pero va a ser que para entonces ya estaremos en casita. Así que Isaias coge sus originales Converse de edición limitada y yo dejo las mías. Bajamos dirección Canal St y vamos notando como el ambiente cambia en Chinatown. Al intentar coger el metro cometemos un pequeño error en la dirección de la línea y salimos para volver a entrar en la correcta y no nos deja la máquina !!!, me niego a pagar otro billete teniendo la maravillosa Metrocard y bajamos andandito por Lafayette St hasta Municipal building, comemos por Ann con Nassau, y hacemos un cafecito en los omnipresentes Starbuck's para poder ir al lavabo, ya que el local en el que hemos comido no tenía, (con eso uno se puede hacer una idea del nivel del local) y hacia Municipal building a buscar la City Store y metro y para el hotel, que hoy es un día importante. Nos arreglamos un poquito (que no hemos traído nada formal) y hacia el teatro que hoy toca el Rey León.

No se ni por donde empezar, solo decir que la sensación y la emoción que he sentido cuando ha empezado la obra, con la primera canción, los actores caracterizados de animales desfilando por el patio de butacas, cantando.... espectacular, maravilloso, emocionante... Pero como todo lo bueno se acaba, esto no iba a ser menos y a la salida cenita en BBQ en la 45 th con la 8 y a descansar, que para mañana si no llueve parece que toca ir a Central Park a correr un poquito.

Día 4.

Hoy ha sido mi cumple y estar en esta gran ciudad ha sido todo un regalazo que me he hecho. He recibido muchísimas felicitaciones de amigos y familia y eso no tiene precio. Gracias a todos.

Y para celebrarlo como toca hemos empezado manteniendo la rutina de cada mañana, café con leche y muffins del buffet libre del hotel. Preguntamos por las entradas para ver el musical del Rey León y con los precios que nos dicen en el hotel quedamos en pensarlo y confirmarlo por la tarde. Hemos tenido que cambiar los planes de picnic en Central Park porque daban lluvias y la verdad es que el cielo tenía una pinta... así que metro y a Lincoln Center con la 66 st y de aquí paseando hasta la 72 nd y dirección a Central Park hasta llegar a los famosos apartamentos Dakota donde vivía John Lennon y ahora su viuda Joko Ono y creo que hasta Madonna en algún momento de su vida también vivió en estos apartamentos. Total, que seguimos por Central Park West hacia la 77 th, bonito edificio de la New-York Historical Society y rodeamos el American Museum of Natural History, del que todavía pensamos si visitar, entonces por la 81st atravesamos Central Park hasta la 5 av y subimos hasta The Metropolitan Museum of Art. Decidimos entrar y centrarnos en visitar un par de zonas, Egipto y pintura europea del siglo XIX y principio del XX, ya que somos conscientes de que para nosotros es imposible hacer una visita completa del museo. Hacia la hora de comer salimos y nos dirigimos al Guggenheim Museum del que visitamos el edificio de Frank Lloyd Wright y dejamos para otra ocasión el interior. No nos dejan pasar ni al hall para fotografiar las rampas interiores, pero con el exterior y las pasarelas que dan a la tienda nos damos por contentos y continuamos nuestras andanzas. Toca comer y decidimos ir al restaurante peruano Pio Pio en la 1 av con la 90 th. El paseo resulta encantador, barrio de típicas casas de tres o cuatro plantas como máximo con escalinatas de acceso, vamos las típicas que vemos en las películas. La comida buenísima y para acompañarla Isaias bebe cerveza Corona, que no Coronita (lo que no consiga una monarquía...). Terminamos y como ha empezado a llover nos dirigimos a mirar los precios para el musical y al hotel. Cogemos el metro en la 77 th con Lexinton y haciendo transbordos llegamos a Times Square, directos al teatro y compramos las entradas para mañana (con la tontería nos hemos ahorrado unos 50 $. Ahora si, al hotel a cambiarnos de ropa y descansar un poquito. Sobre las 6 de la tarde nos animamos a salir a comprar un poquito y para la Adidas de Broadway con Houston, empezamos en serio con las compras y para terminar el día volvemos al metro y a la 72 nd con Broadway a por unos hot dogs de Gray's Papaya, que han resultado ser nuestra perdición. Cenamos y para el hotel a descansar.

Día 3.

Desayunamos en el hotel y nos dirigimos en metro a 34 st Penn Station, donde intentamos visitar el Madison Square Garden, pero las obras del exterior no nos dejan ver el acceso o posiblemente por las obras no se pueda visitar. Lo rodeamos y pasamos junto a la General Post Office. Desde aquí caminamos por la 32 st hasta la 5 av. para subir al Empire State Building. Subimos hasta el piso 86 en el que alucinamos con las impresionantes vistas de toda la isla. Ni se la cantidad de fotos que hemos hecho, lo que si se es que hemos vuelto a agotar la batería de la cámara... Al bajar comemos en el restaurante situado en la planta baja del edifcio, nos atiende Jorge, un camarero muy atento y la comida fantástica, es la primera vez que usamos cubiertos para comer desde que estamos en la ciudad. Por cierto, Jorge que es un camarero espabilado nos ofrece al terminar de comer un cortado, y nos sirve uno de los de verdad, a la española. Con las fuerzas recuperadas nos dirigimos por la 34 st hasta Park Av. y por esta tranquila avenida paseamos hasta Gran Central Terminal, exterior precioso, conservado gracias a Jackie Kennedy que impidió que construyera sobre ella un edificio de oficinas e interior no menos espectacular, amplio hall, galería comercial y restaurantes variadísimos en las plantas inferiores. Por la 42 st llegamos hasta el Chrysler building, sin duda era mi favorito cuando solo lo había visto en fotos y continua siéndolo ahora que he podido verlo de cerca. Volvemos sobre nuestros pasos por la 42 st para llegar hasta la New York Public Library custodiada por los imponentes leones Paciencia y Fuerza. La decepción viene cuando nos damos cuenta de que está cerrada, tendremos que volver otro día... Accedemos a Bryant Park, no dejan de sorprendernos estos espacios públicos, naturales, repletos de gente rodeados de rascacielos. Son como pequeños oasis en medio de tanto hormigón. Volvemos por la 42 st hasta la 5 av y subimos hasta St. Patrick's Cathedral, está en obras y no podemos apreciar la fachada, así que entramos y visitamos su interior. En la parte exterior tras la catedral están las Villard Houses que tampoco podemos contemplar, tapadas por andamios. Entonces subimos por la 5 av hasta la 57 st paseamos contemplando la infinidad de tiendas de esta famosísima avenida, entramos en la Nike Town y como por el camino ya hemos pecado en la tienda Roxy nos animamos y volvemos por la 5 av y entramos a curiosear a las tiendas Diesel, NBA Store, Sephora... y como ya cargamos algunas bolsas nos dirigimos hacia el hotel, atravesamos el Rockefeller Center y por la 51 st vamos hasta la 7 av, aprovechamos para una parada en boxees en un Starbuck's y seguimos hasta Times Square, creo que no importa las veces que pasemos por este lugar, impresiona siempre, sea de día o de noche, pero sobre todo de noche. Encontramos una Disney Store y allá que la atacamos, curioseamos la Oakley y para el hotel.

Día 2.

Nos levantamos tempranito, que todavía no nos hemos hecho al horario de aquí y a las 6:30 ya estamos en pie. Desayuno en el hotel y atacamos la isla por donde lo dejamos ayer. Vamos en metro hasta south ferry y vamos subiendo por State St. pasando junto al National Museun of the American Indian, seguimos por Broadway hasta Bowling Green y echamos unas fotos a la estatua de The Bull frente al Cunard building. Cogemos Beaver St hasta Broad St. y pasamos frente el NY Stock Exchange, edificio de la bolsa, cerrado y sin movimiento de "brokers" porque es domingo, seguimos hasta Federal Hall y aquí giramos por Wall St. hacia Trinity Church, iglesia con fachada en obras con antiguos cementerios alrededor. Seguimos por Broadway dejando a lado y lado el Equitable building y el US Realty building. Giramos a la izquierda en Liberty y hacemos parada en el museo Memorial 09/11 y después visitamos el monumento Memorial, dos impresionantes piscinas con cascada, árbol superviviente y construcción de la torre 1 casi acabada e inicio del resto del World Trade Center, con edificio de Calatrava incluido. Después de la visita al momunento a los fallecidos en los atentados del 11S seguimos Broadway hasta St. Paul's Chapel, pequeña iglesia que acogió a los servicios de rescate en los atentados para darles descanso y en la que hemos podido comprobar como los españoles llegamos a todas partes, incluso para ayudar en momentos difíciles. Seguimos pasando por el imponente Woolworth building, de estilo neo gótico, frente al City Hall park. No podemos acceder a la fachada del City Hall que está en obras así que seguimos hasta Chambers St. Escalinata del Courthouse y Municipal Building. De aquí nos dirigimos al acceso para peatones del puente de Brooklyn que cruzamos paseando y vamos hasta el Brooklyn Bridge park con vistas fantásticas del skyline de la parte sur de la ciudad. Después de descansar un poquito sentados en los muelles nos dirigimos a la estación de metro de High St, después de un poco de confusión conseguimos llegar al destino deseado, el hotel, para cargar la batería de la cámara de fotos y descansar un poquito.

Con las pilas cargadas nos dirigimos otra vez al metro y bajamos en Broadway con la 72nd y por fin probamos los hot dogs de Gray's Papaya, deliciosos. Volvemos al metro hasta Lincoln Center y paseamos alrededor de la Metropolitan Opera House, donde se prepara una proyección de la Opera Il trovatore. Hacemos tiempo a que empiece entrando en el edificio público con jardin vertical interior y nos tumbados en el magnífico césped frente al Newhouse Theatre. Nos quedamos escuchando la ópera y de vuelta al hotel a descansar que mañana, si la lluvia nos lo permite, promete ser igual de intenso.