lunes, 10 de septiembre de 2012

Día 8. Vuelta a casa

Pues como todo lo bueno se acaba, nuestro viaje no iba a ser menos. Ya estamos en casa, llegamos ayer a las 10 al aeropuerto de Barcelona, cuando nuestra hora de llegada eran las 7, si, tres horas de retraso. Pero como hasta ahora he ido contando los días paso a paso, este no va a ser menos, así que ahí va.
Nos levantamos temprano para empezar a acostumbrarnos a los cambios de hora, desayunamos y subimos a cerrar las maletas, ha cabido todo sin problemas, parece que no ha sido para tanto, y nos hemos portado bien con las tarjetas. Hacemos el check out y nos guardan las maletas hasta la hora de coger el taxi para el aeropuerto, con recepción nos aconsejan que sobre las 13:30 sería buena hora para llegar con tiempo y no tener problemas al pasar los controles. Cuando le iba a dejar los famosos paraguas junto con las maletas el chico nos aconseja que nos los llevemos, que va a ser un día lluvioso. Aunque un poco escépticos le hacemos caso y nos los llevamos, nos dirigimos a Times Square a despedirnos de la zona más bulliciosa de la ciudad y nos pilla un chaparrón de los que hacen historia. Después de pensarnoslo bastante, si ir a tomar un Donuts o si un café o si comer algo para que se parezca a un almuerzo, decidimos ir de vuelta al hotel y almorzar algo allí.
Una vez en el hotel me llega un mensaje de Facebook, es Dani que está en la ciudad!! El mundo es un pañuelo, si es un topicazo, pero es tan cierto. Como nosotros tenemos que marcharnos temprano, quedamos en que ellos vienen a nuestro hotel, vivimos a 100 km y nos encontramos a más de 6.000 km de casa. Que ilusión, tomamos algo con ellos y para el aeropuerto que nos vamos, nos lleva un taxista bien raro, y callado. Unos 45 minutos de trayecto y por fin en nuestra terminal, ahora llega la aventura de facturar las maletas. Solo hay máquinas de self service y ninguna azafata hablaba spanish... tras varios intentos conseguimos las tarjetas de embarque y con ellas nos facturan las maletas. Pasamos los controles sin problemas y comemos sentados al solecito. Hacia las 16:40 nos vamos hacia nuestra puerta de embarque, la 42 y esperamos. Aviso de que hay algo de retraso porque están limpiando y al rato empiezan a abrir las puertas, embarcamos y una vez sentados y preparados para salir, aviso del comandante, sufriremos un retraso y hasta las 19:30 no saldremos debido a problemas meteorológicos, efectivamente, al cabo de unos minutos se pone a llover y durante una media horita. Una hora y media sentados en nuestro asiento, que horror. Pero lo peor es que se convertirán en algo más de dos y media, ya que hasta las 20:30 no se mueve el avión y despegamos bastante rato después, ya que hay cola de aviones esperando despegar.
El vuelo bastante tranquilo, intentando dormir para cambiar el sueño. Llegamos, recogemos las maletas y para casita, nos vienen a buscar en coche los padres de Isaías así que en una hora aproximadamente llegamos a casa.
La experiencia ha sido fantástica e inolvidable.

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